lunes, 3 de julio de 2006

La Estrella y El Mar

Durante la creaicón del universo se acordó que el mar estaría formando parte
imprtante de la tierra, mientras quelas estrellas serían parte de la constelación del cielo, de esta manera pasaron miles de millones de años en esa dinámica, con la posibilidad de que los miembros del cielo y de la tierra podían estrechar relaciones, y una noche..., una estrella de brillo singular se posó por un momento sobre la inmensidad e imponencia del mar; ella muy interesada en la magnificencia y tranquilidad del mar, él por su parte demasiado preocupado por las tormentas submarinas que sucumbían en la profundiadad de su grandeza. Pasaron muchos días hasta que el mar notó la presencia de la estrella, ella en ese momento paso como dándose por desinteresada.

La coincidencial del señor destino y un poco de polvo de hada de la suerte, hicieron que se conocieran, ella muy joven y llena de ilusiones, alegría y desos inmensos de devorar el mundo con conocimientos, él un poco mayor (bueno eso era lo que creía, por su falta de entusiasmo y por la descomposición en su capacidad de splar, pero sin saber que ambos están en el infinito desde que se creó) se preocupaba por casas más serias y llenas de palabras complicadas y dificiles de comprender, y era lógico que un señor de tal categoría debía dedicarse a eso, sin embargo mientras compartía con su amiga estrella dejaba a un lado su ciencia y profundidad para poder divertirse, ella contenía la magia de poder brindarle emociones que él no había tenido la oportunidad de vivir (eso debido a sus migraciones constantes y múltiples ocupaciones), de regarle mariposas con el destello de alguna fugaz, de llevarlo con la imaginación a conocer las galaxias siderales y planetas de luz muy lejanos. Él por su parte compartía con ella de las inigualables puestas de sol, en las que el cielo se pintaba de mil colores mezclando el asombro con la fascinación, mencionaba a las gaviotas y su casamiento con las olas y contaba con singular emoción el momento en que del cielo empezaban a surgir como pensamientos y deseos las estrellas y luceros. Estuvieron compartiendo sus ideas, emociones y para grata sorpresa de la estrella, sueños e iluciones; fueron realmente noches de mucha luz y tranquilidad tanto en el cielo como en la tierra. Llegaron a conocerse tanto en tan poco tiempo que el mar la bautizó como la estrella polar, pues guiaba el norte de sus aguas y no permitía que los barcos que navegaban en él se perdieran en la infinita oscuridad de la noche. De este tipo de amor no se había conocido desde aquella relación tan insólita entre el sol y la luna, pero a pesar de conocer las diferencias de sus realidades, continuaban con el idilio, todas las noches, justamente cuando el mar conseguía elevar sus olas al máximo.

Pero una de las noches, la estrella descubrió de las muchas playas que rodean al mar y ella comenzó a experimientar una serie de sensaciones que no conocía, ahora cree que se podía tratar de celos, pero en ese momento le ganó la desesperación y confusión y sin mediar palabra decidió retirarse e invisibilizarse de la latitud del cielo en la que era vista. Así pasaron muchas noches en las que el mar preocupado por la ausencia de su brillante estrella se consumía en deseo de saber la causa que hiciera que su estrella se alejara tan abruptamente de su presencia. Mientras tanto la estrella muy preocupada ya a la vez destrozada por tan infortunio suceso tomó la decisión de acudir una vez más al encuentro del mar, y preguntarle a cerca de las playas, gaviotas y ballenas yubartas que frecuentemente se sumergen en él o él las sumerge; el mar le contesto como un gran señor y argumentaba su deseo de no ser cuestionado por sus recuerdos o anécdotas vividas; y la estrella sin poder soportar esta respuesta decidió volver a divagar en lo infinito del universo, dejando a la deriva muchos barcos y marinos que se encontraban perdidos al no tenr de guía la luz que emana de ella, y el mar al saber de la actitud tan impulsiva de su estrella, volvió a sumergirse en sus tormentas provocando terremotos marítimos. Al conocer la actitud tomada por ambos, los astros y los dioses tuvieron una reunión de emergencia pues la tierra estaba trastornada a cvausa de estos cambios grotescos ocurridos en el cielo y la tierra, les llegaban muchas quejas y rumuros de los humanos, notiicando estos desastres naturales, pues del cielo caían miles de lágrimas de la estrella, causando una tempestad nunca antes vista por la humanidad y en las cercanías del mar se podían apreciar con incredulidad la inmensidad de las olas que chocaban con fuerza indescriptible en las montañas y rocas a su alrededor, el consejo rector del universo, preocupado por tales acontecimientos decidió hablar con ambos y hacerles de su conocimiento que ellos quedarían totalmente separados pues nunca más se volverían a unir el cielo con la tierra, la estrella y el mar muy afectados ante tal situación suplicaron por que no se iciera efectiva esta nueva norma y juraban que repondrían los daños causados pues era solo producto de sus individuales catarsis, sin embargo el consejo rector hizo oídos sordos ante estas súplicas y juramentos y desde ese mismo momento nunca más se volvió a saber de la interrelación de los seres de estas latitudes tan distantanciadas.

El mar y la estrella muy tristes por tal situación, comprendieron en ese momento que eran el amor de sus vidas respectivamente, y que el mar había aprendido a amar y la estrella a madurar, lastimosamente para ambos esta enseñanza llegó demasiado tarde y ahora se ven obligados a verse únicamente a distancia pues ells sigue llegando como siempre y sigue siendo la primer estrella de la tarde, continúa siendo la guía de los marinos y tripulaciones y con mucho pesar, indignación y frustración ve su reflejo posado en las aguas de su espejo de mar, y por su parte el mar sumamente agradecido por que la estrello llegó a renovar y calmar sus ansias de amar, ve como de esa estrella que le enseñó tantas cosas, ahora es solamente su espejo, y que con rabia y furia se convierte en loco pues con ímpetu quiere con sus olas alcanzar a su estrella y volver a convertir su inmenso amor en un suspiro para que lo puedo tener solamente con el recuerdo aunque él sepa que es prácticamente imposible.

Ahora se lamentan no haber aprovechado la oportunidad que el señor destino y el polvo que el hada de la suerte les habían brindado y recuerdan con muchodolor ese amor que les llevó a la completa separación y piden en toda oración la oportunidad de verse nuevamente cara a cara sin que el mar sea esa fuerza que azota las ciudades y sin que la estrella polar sea solamente un guía para marinos, ellos desean volver a unirse solamente una vez más y evaporarse como un suspiro, para poder subir a los cielos y divagar en el aire o en algún planeta en el que los dejen amarse con intensidad, libertad, sin rencores y sin reproches.

5 comentarios:

tierragramas dijo...

bellisimo.

El amor de la estrella y el cielo es la historia de muchos amores. Conozco unas cuantas y, claro, siguen rezando para que nada se interponga y puedan reunirse otra vez.

Está bello el cuento.


Gracias por pasar por mi blog. Nos estamos leyendo entonces.

Saludos!

AlmaCaraluna dijo...

Gracias!!! Hugo, y por supuesto que nos seguimos leyendo.

Saludos con destello de luna.

Unknown dijo...

El escencia exacta del adios no es problematica coherente entre deseos y anhelos.
La duracion de una batalla se decide de acuerdo a los guerreros.
Pronto el mar se evapora entre sus propios volcanes hara de si un desierto pero seguira siendo inmenso.
Y la estrella entre su corre y corre aunque sera mas eterna que el mar, habra de estallar dando entre su supernova mas delicias y destellos de hermosura.

Solo sal del mar quedo, solo polvo de estrellas quedo...



Pronto vuelvo...

Oso Naranja dijo...

Tierno...

lu! dijo...

no se puede negar el destino, no se puede impedir lo inevitable... lo que es, será y sabe el inmenso mar y la divina estrella que juntos deben estar, pero hay algo que no los deja ser quien en realidad son, y no es nadie más que ellos mismos.

lindo cuento...

saluditos para la estrella!