Preguntabas con entusiasmo
como lo hace un niño en su aurora
veías con ansias
como queriéndote comer el mundo.
Yo me dedique a contemplarte
y respondía, y vos seguías preguntando
aunque ya no sabías que más preguntar
y yo sin embargo nunca te deje de observar.
Callabas por momentos
se reían tus adentros
y la curiosidad parecía mil tormentas
llegaban, paraban, continuaban...
y yo seguía contemplando tus mareas internas.
Finalizó el día, y con él tu cuestionario.
y yo te seguía obserbándote aunque te quedaste callado.
jueves, 8 de marzo de 2007
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9 comentarios:
Que bueno...es desgarrador pero tierno a la vez, de verdad, muy bueno, me gustó bastante, me enganchaste con el inicio. ¿Por cierto no te he vuelto a ver, qué te hiciste?
Saludos de un colombiano residente en yanquilandia!
Que lindas palabras, gracias, esos son los detalles que a uno lo animan, gracias amiga.
ya está el cap--7,abrazos fuertes.
Observar al ser amado es adentrarse en las sinrazones que nos han llevado a amarlo.
Cuanto amo observarla, cuan hermoso es contemplar ese espacio lleno, y reconocerse en esos ojos. Es como hablar con el alma, un secreto tan callado que no conocemos ni nosotros mismos.
(de ahí los cuestionarios sin respuesta)
Un desahogo del alma, a la sonrisa de un niño tal vez, a esas horas del tiempo, que ni el tiempo puede borrar....
Lindo.
Saludos.
observar no es lo mismo que nada mas ver.. pregunto yo, de tanto obsevar, encontraste lo que buscabas?
Simple y bello, como todas las cosas simples.
Saludos sangrientos
Blood
sí, a veces es mejor el silencio. No, que digo mejor, MUCHO MEJOR.
:)
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